Conoce en exito por 100, como encontrar la serenidad emocional
Vivir en un tobogán de emociones nos provoca un gran desgaste. Para tratar de equilibrar nuestros estados de ánimo y recuperar cierto sosiego es necesario, de entrada, no juzgamos y establecer ciertas rutinas. Te proponemos unos ejercicios que pueden resultarte útiles.
Tres claves en tu día a día
• Decide en qué espacio desarrollarás cada actividad diaria y aprende a distribuir adecuadamente el tiempo. Poner orden a tu alrededor se traducirá en paz interior.
• Busca recursos creativos con los que te sientas identificada y que te permitan dar rienda suelta a todas las potencialidades y aptitudes que laten en tu interior. Prueba distintas actividades artísticas hasta dar con la que te sientas a gusto. Sé constante, te ayudará a forjar un vínculo interior referencial sólido.
• Acepta la amplia gama de emociones que sientes como algo genuino en ti, no intentes separarte de ellas.
Cualquier emoción, por desagradable que sea, puede vivir dentro de ti; se trata de que aprendas a contemplarla sin juzgarla. Date todo el tiempo que necesites para sentirte.
Prácticas que te ayudarán
Busca un sitio donde nadie te moleste y en el que estés tranquila y en silencio. Piensa en un lugar imaginario donde te sientas cómoda para enmarcar y visualizar tus emociones: Visualiza la serenidad
• Nombra una emoción que te desborde y visualízala como si fuera una piedra.
• Contempla la calma del lago que se ofrece ante ti. Imagina la temperatura, el color, la atmósfera y el sonido del agua en calma. Además del lago, puedes convocar elementos naturales del entorno que conecten con la esencia de tu ser.
• Lanza la piedra al lago con todas tus fuerzas. Observa cómo desaparece y el sonido que pro - duce al sumergirse.
• Recréate en la propagación de las ondas en la superficie del lago. Visualiza los círculos concéntricos: cada onda repite exactamente el movimiento anterior.
• Recuerda que la piedra es tu emoción. Visualiza cómo la perturbación que ha provocado tu emoción se transmite de forma suave y continuada hasta extinguirse, como las ondas.
Visualiza el equilibrio
• Imagínate que estás subida a un péndulo gigante del que puedes controlar la velocidad y lograr que esta sea lenta.
• Cierra los ojos y percibe el maravilloso movimiento ondulante a un lado y otro del espacio de ese péndulo en el que tú participas. Detente en él, no tengas ninguna prisa.
• Imagina ahora que el péndulo se mueve entre dos grandes esferas que representan los polos opuestos de tus emociones más extremas: la tristeza y la alegría.
• No dejes de balancearte, cada vez más despacio. Disfruta de la ondulación y del momento presente.
Recréate en él. Estás a punto de tocar la esfera de la tristeza, casi puedes rozarla con los dedos. Imagínate de qué color es, qué luminosidad tiene, su textura y tamaño. Sigue imaginando su aroma, su sabor, su sonido. Quédate allí todo el tiempo que necesites hasta que puedas percibirla con los cinco sentidos de un modo que sea agradable para ti.
• Ahora fluye lentamente hasta la esfera de la alegría, siguiendo el mismo procedimiento.
• Repite ese balanceo de un lado a otro todas las veces que sea necesario hasta que tu mente y tu cuerpo estén totalmente en calma.
lunes, 10 de octubre de 2016
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