Conoce estas 4 reglas que te permitirán tener un cuerpo soñado.
EL DEPORTE ACELERA TU METABOLISMO
Cuando entrenas, tu cuerpo tiene un gasto calórico y, cuando estás en reposo, también. El entrenamiento no deja de ser una agresión saludable: si entrenas, el cuerpo rompe su equilibrio interno y para reestablecerlo, el organismo gasta energía cuando ya no estás entrenando. Si practicas deporte frecuentemente, cuando estés tomando un café con una amiga, tu cuerpo gastará más energía en ese momento que si tienes una vida sin deporte. Además, si realizas actividad física, estarás más empática y serena. A medida que entrenas y vas aumentando tu porcentaje de músculo, debes saber que al organismo le cuesta más energía mantener músculo que grasa. Por tanto, entrena y baja tu porcentaje de grasa mientras aumentas el de músculo.
EN TU VIDA DIARIA, ENTRENAS MOVIMIENTOS , NO MÚSCULOS.
Los movimientos globales gastan más que los analíticos. Y, en tu vida cotidiana, tu cuerpo se mueve, en mayor proporción, en movimientos globales más que analíticos. Cuando llevas la bolsa de la compra, por ejemplo, utilizas el brazo, te agachas, te desplazas por la calle con ese peso, lo dejas encima de la mesa al llegar a casa.
NO TE ESTRESES.
El cortisol -también llamado hormona del estrés- se encarga, entre otras cosas, de almacenar grasa en tu organismo. Si estás estresada, esta hormona actuará en consecuencia
INTRODUCE BUENOS HÁBITOS EN TU DÍA a día.
Ve en bicicleta a trabajar en lugar de ir en coche; sube escaleras y no cojas el ascensor; si vas en bus o en metro, bájate dos paradas antes de tu destino... Y ten en cuenta también las posturas a la hora de sentarte, coger cajas...
Mira la rutina para tener un cuerpo soñado
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domingo, 24 de abril de 2016
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