Una vez detectado el mal habito
Identificado la situación y el conflicto emocional que lo motiva, sabes hacer uso de algunas técnicas para centrarte (de respiración, relajación, visualización), has empezado a potenciar juna serie de buenos hábitos en los que apoyarte y qué te dan seguridad y has puesto a punto tus recursos personales (como el humor, la paciencia y la perseverancia), que te permiten afrontar las situaciones sin desesperarte. Peto, recuerda tu principal apoyo debe ser la pro actividad
Sin pasar a la acción, toda la preparación y las teorías aprendidas no te sirven de nada. Aquí tienes una serie de casos reales, con los que tal vez puedas identificarte, y una serie de hábitos nuevos o estrategias concretas que te ayudarán a superar esa costumbre indeseable
Conoce como poder acabar con malos habitos
Mal habito: Ocupar mucho el teléfono
Lucinda tiene 20 años, estudia en la universidad y comparte piso con tres amigas. Se describe a sí misma como “muy parlanchína". Todos los días pasa muchas horas al teléfono y, cuando 110, está enviando mensajes de texto. Cuando se dispone a ir de vacaciones, se da cuenta de que las facturas del móvil se han comido todo su saldo bancano.
Qué hacer
Guárdate las noticias hasta el momento que veas a tus amigas (paciencia). Esto te hará desear aún más encontrarte con ellas
Cambia el contrato de tu móvil a uno de tarifa económica con limitación de llamadas
Desconecta el móvil antes de acostarte.
Mal Habito: Ver mucha television
Telemanía Lorena,de 43 años, es madre de un niño y vive con su pareja. Desde que nació su hijo, pasaba muchas horas en casa y empezó a ver la tele mientras el bebé dormía o a ponerla de fondo mientras hacía los trabajos de la casa para sentirse “ acompañada” . Sin darse cuenta, se acostumbró a escuchar los cotilleos y los culebrones, dejando de hacer muchas cosas interesantes por su adicción.
Que hacer para poner termino a este mal habito
¿Has recibido quejas de tus amistades o tu pareja por preferirlos programas de televisión a su compañía?
Toma en serio estas protestas; re expones a perder amistades y relaciones.
Libérate gradualmente del hábito asignando determinados días de la semana a otras actividades, como una tarde en el gimnasio, salir al parque con el niño, quedar con las amigas o con tu pareja para cenar fuera, ir al teatro, etc
Cambia la compañía de la tele por la de la música durante unas horas concretas al día: cuando vas a comer, antes de dormir, etc
Lo mismo, con un libro. Desconecta la tele toma un libro para relajarte después de comer o a media tarde.
Permítete momentos para disfrutar de tu hijo en silencio y a solas: él y tú.
Disfruta de los sonidos del silencio: el murmullo del parque, un bebé que juega o que llora...
Toma una libreta y escribe tus sensaciones.
Repítelo de día y de noche, escríbelo en un papel y cuélgalo en el espejo, el frigo o el ordenador: Viva la vida
Mal Habito: Mala alimentación.
Linda, de 25 años, es secretaría y golosa. Le gusta llevarse al trabajo una tableta de chocolate o una caja de bombones. A la hora del almuerzo le encanta empezar por el postre para ir abriendo el apetito, pero nunca elige fruta, sino las tartas de casa. Eso hace que a veces se salte el primer plato y otras no pueda acabarse el segundo. No entendió el problema cuando se empezó a sentir cansada todo el día {por lo que recurría a más azúcar y dulces) y malnutrida, pero lo empezó a tomar en consideración cuando notó que ya no cabía en su ropa porque estaba ganando demasiados kilos.
Qué hacer
Un buen desayuno con proteínas por las mañanas, como una tortilla, jamón dulce ó puré de legumbres (humus) sobre una tostada de pan de centeno o avenan Es obligado desayunar bien, o caerás en la tentación de tomar un tentempié dulce más tarde.
Lleva un registro diario de lo que comes v cómo te has encontrado, Reduce la ingesta de azúcar, tanto en lo que comes como en lo que bebes: evita las sodas y sustituyelas por agua.
Lleva palitos integrales de pan o frutos secos al trabajo, en vez de chocolates o dulces tentadores
Cuando creas sentir mucha necesidad de azúcar cómete una pieza de fruta, galletas integrales o pan.
No dejes de comer tres veces al día, no te saltes ni una comida, con proteínas (carne poco grasa. pescado) e hidratos de carbono (arroz, patatas, cereales, pasta)
De vez en cuando date el gustazo de comer helado o un trozo de tarta (si tanto te gusta), utilizando una cuchara de cate y degustándolo lentamente. De esta forma, te dará la impresión de que comes más y podrás ir reduciendo la porción con el tiempo.
Mal Habito: Compradora compulsiva
A los 25 años, Joan había conseguido amasar una deuda de 330.000 euros. Había utilizado sus tarjetas para comprarse ropa y zapatos de diseño, que Jaba con sus amigos en buenos restaurantes. Finalmente, tuvo una crisis profunda de la que le costó salir
Qué hacer
Aprende a detectar tus momentos de debilidad semanales, por ejemplo, los sábados, cuando no trabajas y las tiendas están abiertas. Ese día, mejor queda con un amigo para ir al gimnasio, salir de la ciudad, etc.
Cuando salgas, deja en casa las tarjetas de crédito. Paga las compras en metálico.
Saca los últimos extractos de tus tarjetas y comprueba qué mensualidad puedes pagar como máximo. Pon límites
Considera la posibilidad de pagar todas tus deudas solicitando un crédito y, hecho esto, devuelve al banco las tarjetas.
Intenta tener bien planificadas tus salidas para ir al cine, al teatro, a museos, al gimnasio, y no deambular 'de tiendas
Durante un tiempo, evita quedar para salir con amigos aficionados, como tú, a las tiendas y a la ropa cara.
Mal Habito: Impuntualidad crónica
Laura llegaba siempre tarde a todos sitios, segura de que a la gente no le molestaría esperar unos minutos. Empezó a tomar conciencia del problema cuando llegó tarde al aeropuerto y se quedó en tierra con su hijo de 7 años y sin dinero.
Qué hacer
Avanza 10 minutos los relojes de casa.
Si tienes una cita importante, programa una alarma en tu móvil, o en el despertador de casa, para que te la recuerde.
Has conocido en exito por 1000, como poder acabar con los malos habitos
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