Cambiar la visión de la vida a estas alturas puede sonar complicado, y claro que lo es. Es un discurso que nos vienen contando incluso desde antes que naciéramos, por lo tanto se necesita, junto con la estrategia, la voluntad de transformar nuestro pensamiento.
Todos los aspectos de la existencia son transitorios, están cambiando a cada momento. En nuestro mundo no hay nada que dure para siempre. Nada a lo que podamos aferramos, y por más que intentemos agarrarnos a algo, acabará, sin duda, cambiando.
Al descubrir que el cambio es la verdadera naturaleza de la existencia, nuestra vieja idea del mundo nos parecerá pequeña y limitada. El manifestar una respuesta natural e intensa ante la vida -que produce entusiasmo, alegría y vitalidad- depende de nuestro equilibrio interior.
Cuando gozamos de este, las cualidades positivas surgen de manera espontánea y fluimos. Al de un nuevo modo, tu volviendo más flexible y empiezas a desprenderte de la imagen que tenías de ti.
Debemos de aprender la técnica para cambiar de una sensación a otra, lo cual nos enseñará a ver lo que estamos sintiendo en ese momento y cómo nos sentíamos antes, experimentando a veces las dos sensaciones distintas al mismo tiempo. Esta técnica te permite tener sentimientos positivos en cualquier experiencia.
1 Cada vez que te sientas infeliz, di 'soy feliz'. Dilo mentalmente con gran convicción, aunque tus sentimientos contradigan tus palabras. Recuerda que es la imagen del yo que has creado, y no tú, la que se siente infeliz. Si crees en ello, podrás cambiar en el acto esta actitud, adoptar otra feliz y equilibrada y conservarla. Cuando te abres a una positiva, tienes esta elección. Tu cualidad interior puede cambiar, aunque las condiciones externas sigan siendo las mismas.
2 Otra manera de contrarrestar la imagen del yo es sumergirte en la infelicidad, sentirla, creer en ella y, al cabo de unos minutos, sumergirte en la felicidad, con una electrizante velocidad, como un pez arrojándose al agua.
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Fúndete primero con la experiencia, acéptala por completo, y lánzate después del lado opuesto.
¿Cómo te sientes? Es posible ver las diferencias entre las experiencias positiva y la negativa, y vivir a veces ambas al mismo tiempo.
Al lanzarte mentalmente de lo positivo a lo negativo y hacerlo de nuevo a la inversa, verás que ambos estados no son más que manifestaciones de la conciencia.
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