Estos consejos siempre se han escuchado, se los decían las madres a sus hijas y estas a su vez a sus retoños, y así, con el paso del tiempo, se volvieron como leyes, normas en el arte del amor. De seguro tu ya conoces estos consejos, y lo más probable es que también estés conteste en que se tratan de los mejores que pueden haber a la hora del querer.
1. Los hombres los conquistas por el estomago
Típico consejo que reciben las jovencitas de sus madres y en algo hay de cierto en ello, pero no tanto, menos hoy en día, cuando en la cocina tanto hombres como mujeres participan en la creación de la comida.
Pero ese consejo no está referido tan solo en cuanto a ser la mujer una gran cocinera, más bien, en el hecho, del cuidado y entrega que se tiene hacia tu pareja. Ese es el punto y es el más importante a rescatar, pues el amor es como una delicada planta, que sin cariño diario se va marchitando velozmente.
2. Hay que mantener una vela encendida por si se apaga la otra
Un gran consejo que incluso tiene vinculaciones económicas, pues es un gran dato a la hora de invertir tus dineros. Pero en realidad, es un consejo algo difícil de llevar a efecto, por sobre todo si de verdad estas enamorado, si en realidad has encontrado el amor.
Es que si estas enamorado o enamorada, andar mirando o coqueteando con otro u otras no te da, pues no desearas que te sorprendan, no desearas perder por algo asi a tu amor de verdad. Por tanto, este consejo solo tendría lugar cuando la relación recién vienen naciendo, y aun el amor no se presenta como debiera.
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3. Nunca beses en la primera cita, hay que dejar lo mejor para después
Un gran consejo que viene de tiempos pasados, pues el beso ya no es algo que se pueda esquivar, sino que más bien otras cosas, en una primera cita.
El beso es algo muy particular, es como un primer querer, una demostración que de verdad te gusta aquella chica o aquel chico. Lo que hay que dejar para después es algo mas intimo y tú sabes a que me refiero. El entregarte por entero en tu primera cita, no es bien visto, te hace ver promiscuo, poco serio y que lo tuyo no son las relaciones duraderas.
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